“Cuando no conoces a alguien son más interesantes. Pueden ser lo que
sea que quieras que sean. Pero cuando los conoces los limitas”. Connor
Imagen tomada de: 500 Days Of Film |
Sing Street (2016) es una historia que se desenvuelve en Dublin de
los años 80’s, una ciudad inmersa en una profunda crisis económica donde la
falta de trabajo empieza a golpear de manera fuerte a las familias de clase
media como a la que pertenece nuestro protagonista Connor (o Cosmo como será su
nombre artístico y que es interpretado por Ferdia
Walsh-Peelo en su primer papel cinematográfico). Perteneciente a una
familia católica que empieza a sentir las adversidades de la falta de trabajo,
que con tres hijos debe empezar a generar cambios en su estilo de vida para
superar la crisis. Y por estos cambios Connor debe continuar con sus estudios
en una nueva escuela, en un marco de formación más estricto y con una presencia
constante del catolicismo reinante en la sociedad irlandesa.
En éste nuevo contexto Connor
conoce las nuevas condiciones de su vida, un abusador de su condición de ser el nuevo, un rector que no
soporta que no se cumplan las inflexibles normas de la escuela, una familia que
se fractura porque sus padres “sólo se casaron sólo para poder tener sexo” como
define su hermano mayor Brendan (Jack
Reynor) que se encarga de ser el apoyo, mentor, consejero y una especie de
guía musical, todo en el horizonte de su adolescencia parece muy nublado sin
embargo todo cambia con la aparición de Raphina (Lucy Boynton), una bella chica un año mayor que él, que usualmente
se encuentra frente al colegio alimentando su aspiración de ser modelo. De modo que para
asombrarla dice tener un grupo musical, con el apremiante de que no sabe tocar
ningún instrumento.
La historia no es una historia de
amor, es una historia acerca de la música, de la manera en cómo se escribe la
letra de las canciones, la inspiración y la realidad, pero sobre todo es una
historia acerca de la promesa de la juventud. Los personajes de ésta película
se caracterizan sobre todo porque no son niños, pero tampoco adultos, son la no
definición que casi caracteriza a muchas de las actuales generaciones, son
personas que se enfrentan a un mundo con problemas reales, como el divorcio
pero que no dejan de ver el mundo con ojos de niño, llenos de sueños y
aspiraciones. Todo esto se circunscribe a la lucha de un adolecente por
determinarse, de lograr un lugar en el mundo y hacer del mundo un lugar acorde
con sus sueños pero que al mismo tiempo todo se le opone, la familia y sus
expectativas, la escuela y sus normas, la sociedad y sus limitaciones.
John Carney de nuevo muestra su
amor a la música, pues sus dos películas previas también tiene a la música como
centro de las historias, Once de 2006 (ganadora del Oscar a mejor canción
original) y Begin Again 2013 (Protagonizada por Mark Ruffalo y Keira Knightley), sin embargo Sing Street es
la película que tiene mejor estructura narrativa y cuya la historia va llevando
al espectador por una realidad que se hace conocida por la banda sonora que se
alimenta de los clásicos de la cultura pop, de modo que de la mano de Duran
Duran, The Cure, Motorhead, Tha Clash, entre otros, intenta llegar con una
historia muy local, y casi autobiográfica, al público en general.
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