jueves, 23 de junio de 2016

El Universo Kirkman: Una Mirada Rápida a Los Cómics The Walking Dead y Outcast

El cine y, en especial, la televisión han sufrido una fuerte invasión por las historias que vienen de los cómics, desde las clásicas aventuras de superhéroes conocidos a nivel mundial, hasta de héroes con menor reconocimiento pero que se han ganado un espacio a fuerza de buenas producciones, pero también empiezan a hacer presencia historias menos conocidas, de los cómics de los conocedores, historias que se trasladan en realidades alternativas o situaciones que se mantienen de forma paralela a la vida cotidiana, y es en ésta última vertiente que se inscriben los cómics de Robert Kirkman The Walking Dead y Outcast.

Imagen tomada de: http://www.latimes.com
Para muchos ya es muy conocido y hasta bastante agotador hablar de The Walking Dead -TWD- (creado por Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard), porque se encuentran saturados por las historias de zombies, o tal vez les aburre el sentido de apocalipsis que éste tipo de series desarrolla, o por la cantidad de derivados que ha tenido dado el éxito de su serie televisiva, pero sin embargo pocos conocen el comic directamente y es lo que hay que rescatar.

TWD es un cómic que es difícil de leer para los que se acercan por primera vez a una historia gráfica, y es que al ser una historia desarrollada en sólo una tinta, es decir en blanco y negro, lo que genera cierta aversión en algunos lectores.  La historia lleva un ritmo bastante diferente a la serie, los personajes  del cómic intentan entrar de manera más lenta en la dinámica de la nueva realidad del mundo destruido por el régimen zombi, se guarda una fuerte esperanza por el mundo anterior, hay una remembranza a lo que podría llegar a ser el futuro.

Imagen tomada de: http://walkingdead.es/

Es de resaltar el hecho de que la historia que desarrolla TDW es una narración sin inicio, que no gira en torno a la búsqueda y solución del problema de los zombis, de un elegido para salvar el mundo del apocalipsis, ni mucho menos se trata de la creación de una cura sino que se reconoce que el mal se encuentra adentro de cada uno y que la muerte los espera de forma inevitable, y sobre todo los espera para hacer parte de la nueva masa que domina el mundo; “los caminantes”.

TWD es la narración del viaje interior de cada uno de los personajes hasta llegar a su estado más animal, hasta el estado de la supervivencia pura, y encuentran un lugar de su ser donde van desapareciendo los límites de la moralidad, donde la ética se corrompe y las convicciones que han perdido validez en un mundo sin futuro, de modo que cada persona empieza una transformación por la necesidad de seguir vivo un día más, aunque se reconozca que tal vez son los supervivientes los verdaderos muertos vivientes.

Kirkman ha establecido los parámetros de lo que según su visión sería un mundo post apocalíptico, un mundo que establece nuevas relaciones sociales, que se adentra en la dinámica que se rige por la máxima de que “el hombre es un lobo para el hombre” y se empieza a establecer las nuevas reglas de un mundo en el que si no has matado, no has vivido la realidad o simplemente estás mintiendo y lo que quieres es sacar provecho de la situación.

 En Outcast (creado por Robert Kirkman e ilustrado por Paul Azaceta) encontraremos otra forma de narrativa, puesto que no hablamos de otro mundo, sino de las cosas que suceden en la cotidianidad de la vida y que sólo afectan a un pequeño número de personas a nuestro alrededor, y por tanto sólo son sucesos de la vida que empiezan a tener sentido sólo si conocemos la totalidad de las circunstancias.

Kyle Barnes es un hombre con una vida destruida, desde pequeño se ha enfrentado a una vida de abusos, tras abandonar su pasado y su pueblo natal Roma, ha empezado una vida en  otro lugar, sin embargo los resultados son los mismos, ha logrado destruido su matrimonio por circunstancias muy similares a las su niñez. Es por esto que encontramos a un ser derrotado, abandonado a su desintegración existencial, que ha dejado de dirigir sus acciones para sólo dejar pasar los días y afrontar su muerte, que espera llegue pronto.

Imagen tomada de: http://www.beguilingbooksandart.com/
Bajo estas perspectivas, Kyle ha de encontrar en las personas que lo rodean, los motivos por los cuales no puede dar fin a su existencia, en las constantes intromisiones de su hermana adoptiva Megan Holter, todo por intentar recuperar la vida de su hermano y poderlo unir a su nueva familia haciendo presencia en la vida de su sobrina. Pero lo que realmente dará sentido a la vida del Kyle, es la relación con el Reverendo Anderson y en particular con los exorcismos que éste practica, de modo que a través de flashbacks iremos recuperando las piezas del rompecabezas de la vida destruida del protagonista.

En éste cómic, que se desarrolla en color pero que  recuerda la textura e impresión de las viejas tiras cómicas de periódico, al igual que TWD se juega con las sombras, dándole un tono de claro oscuro que rememora a las novelas negras norteamericanas. Aunque la historia es joven, y tiene un argumento que aún se mantiene algo oculto para el lector, se encuentra inmersa en la idea del hombre que posee un gran poder, del cual no tiene muchas idea, y mucho menos manejo, pero que codician fuerzas que apenas empieza a comprender y que exigirá de su mayor esfuerzo para no convertirse en el arma capaz de desatar el apocalipsis en la tierra.

Aunque los dos cómics se encuentran ligados por el mismo tema, para uno es el inicio y para otro es el posible final. Ambos son unos excelentes recomendados para quienes se quieran iniciar en el mundo de los cómics.



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