El cine y, en especial, la
televisión han sufrido una fuerte invasión por las historias que vienen de los
cómics, desde las clásicas aventuras de superhéroes conocidos a nivel mundial,
hasta de héroes con menor reconocimiento pero que se han ganado un espacio a
fuerza de buenas producciones, pero también empiezan a hacer presencia
historias menos conocidas, de los cómics de los conocedores, historias que se
trasladan en realidades alternativas o situaciones que se mantienen de forma
paralela a la vida cotidiana, y es en ésta última vertiente que se inscriben
los cómics de Robert Kirkman The Walking Dead y Outcast.
Imagen tomada de: http://www.latimes.com |
Para muchos ya es muy conocido y
hasta bastante agotador hablar de The Walking Dead -TWD- (creado por Robert
Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard), porque se encuentran saturados por las
historias de zombies, o tal vez les aburre el sentido de apocalipsis que éste
tipo de series desarrolla, o por la cantidad de derivados que ha tenido dado el
éxito de su serie televisiva, pero sin embargo pocos conocen el comic
directamente y es lo que hay que rescatar.
TWD es un cómic que
es difícil de leer para los que se acercan por primera vez a una historia
gráfica, y es que al ser una historia desarrollada en sólo una tinta, es decir
en blanco y negro, lo que genera cierta aversión en algunos lectores. La historia lleva un ritmo bastante diferente
a la serie, los personajes del cómic
intentan entrar de manera más lenta en la dinámica de la nueva realidad del
mundo destruido por el régimen zombi, se guarda una fuerte esperanza por el
mundo anterior, hay una remembranza a lo que podría llegar a ser el futuro.
Imagen tomada de: http://walkingdead.es/ |
Es de resaltar el hecho de que la
historia que desarrolla TDW es una narración sin inicio, que no gira en torno a
la búsqueda y solución del problema de los zombis, de un elegido para salvar el
mundo del apocalipsis, ni mucho menos se trata de la creación de una cura sino
que se reconoce que el mal se encuentra adentro de cada uno y que la muerte los
espera de forma inevitable, y sobre todo los espera para hacer parte de la
nueva masa que domina el mundo; “los caminantes”.
TWD es la narración del viaje
interior de cada uno de los personajes hasta llegar a su estado más animal,
hasta el estado de la supervivencia pura, y encuentran un lugar de su ser donde
van desapareciendo los límites de la moralidad, donde la ética se corrompe y
las convicciones que han perdido validez en un mundo sin futuro, de modo que cada
persona empieza una transformación por la necesidad de seguir vivo un día más,
aunque se reconozca que tal vez son los supervivientes los verdaderos muertos
vivientes.
Kirkman ha establecido los
parámetros de lo que según su visión sería un mundo post apocalíptico, un mundo
que establece nuevas relaciones sociales, que se adentra en la dinámica que se
rige por la máxima de que “el hombre es un lobo para el hombre” y se empieza a
establecer las nuevas reglas de un mundo en el que si no has matado, no has
vivido la realidad o simplemente estás mintiendo y lo que quieres es sacar
provecho de la situación.
Kyle Barnes es un hombre con una
vida destruida, desde pequeño se ha enfrentado a una vida de abusos, tras abandonar
su pasado y su pueblo natal Roma, ha empezado una vida en otro lugar, sin embargo los resultados son
los mismos, ha logrado destruido su matrimonio por circunstancias muy similares
a las su niñez. Es por esto que encontramos a un ser derrotado, abandonado a su
desintegración existencial, que ha dejado de dirigir sus acciones para sólo
dejar pasar los días y afrontar su muerte, que espera llegue pronto.
Imagen tomada de: http://www.beguilingbooksandart.com/ |
Bajo estas perspectivas, Kyle ha de
encontrar en las personas que lo rodean, los motivos por los cuales no puede
dar fin a su existencia, en las constantes intromisiones de su hermana adoptiva
Megan Holter, todo por intentar recuperar la vida de su hermano y poderlo unir
a su nueva familia haciendo presencia en la vida de su sobrina. Pero lo que
realmente dará sentido a la vida del Kyle, es la relación con el Reverendo
Anderson y en particular con los exorcismos que éste practica, de modo que a
través de flashbacks iremos
recuperando las piezas del rompecabezas de la vida destruida del protagonista.
En éste cómic, que se desarrolla
en color pero que recuerda la textura e impresión
de las viejas tiras cómicas de periódico, al igual que TWD se juega con las
sombras, dándole un tono de claro oscuro que rememora a las novelas negras
norteamericanas. Aunque la historia es joven, y tiene un argumento que aún se
mantiene algo oculto para el lector, se encuentra inmersa en la idea del hombre
que posee un gran poder, del cual no tiene muchas idea, y mucho menos manejo,
pero que codician fuerzas que apenas empieza a comprender y que exigirá de su
mayor esfuerzo para no convertirse en el arma capaz de desatar el apocalipsis
en la tierra.
Aunque los dos cómics se
encuentran ligados por el mismo tema, para uno es el inicio y para otro es el
posible final. Ambos son unos excelentes recomendados para quienes se quieran
iniciar en el mundo de los cómics.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario