jueves, 22 de febrero de 2018

SUBURRA LA SERIE: Tres Perspectivas de una Ciudad Corrupta


“Roma no se gobierna… A lo sumo se administra” Amadeo Cinaglia

Suburra La Serie de Netflix se presenta como una precuela de la novela homónima escrita por Giancarlo De Cataldi y Carlo Bonini, y se inspira en un sonado escándalo político que se desató en la capital italiana. La historia se instala luego de la repentina renuncia del alcalde de la ciudad, éste imprevisto político pone al descubierto las relaciones existentes entre el Vaticano pasando por promotores inmobiliarios y terminando en el Ayuntamiento de la ciudad, donde el crimen organizado y las bandas locales son los árbitros de un juego corrupto de principio a fin, permitiendo hacer visible la delgada línea entre lo legal y lo ilegal.

Imagen tomada de : Netflix
Ese juego entre verdades y apariencias, entre la sagrada imagen pública de la Iglesia Católica y el trasfondo privado de prebendas y corrupción, es la clave de una mirada del crimen que dista del ascetismo áspero con el que miramos al pasado sino que concuerda más con el estruendo de una actualidad caótica.

La historia comienza de manera frenética, con una toma que abandona la basílica de San Pedro para internarse en una orgía con prostitutas y cocaína que culmina con el desplome de un cura entre la euforia y el exceso. Y aunque su inicio no deja de ser confuso, la historia va remontando con el paso de los capítulos dando paso a un final que consigue enhebrar muy bien las diferentes tramas y personajes. Sin embargo, la serie no explota temas que antes no se hayan visto en series como Gomorra o Romanzo Criminale, pues no hace nada más que afirmar que la corrupción es y será siempre uno de los problemas de cualquier país y que en Italia, y particularmente en Roma, hace su presencia como una condición casi natural.

La narrativa se aborda desde la mirada y relación que se va tejiendo entre tres jóvenes muy diferentes; Gabriele "Lele" Marchilli (Eduardo Valdarnini, Pasolini) estudiante de derecho e hijo de un oficial de policía de la ciudad que encuentra en el microtráfico de drogas y la organización de fiestas clandestinas la forma de relacionarse con los círculos del poder velado de la ciudad, pero que del mismo modo representa la caída al infierno de un niño que no está preparado a la oscuridad que soporta las relaciones de la ciudad.  

Aureliano Adami (Alessandro Borghi, Roma Criminale) hijo de uno de los miembros reconocidos de la mafia que maneja la ciudad pero que se encuentra en un momento en que no quiere vivir más bajo la sombra de su padre y se revela contra éste y que encuentra en su hermana Livia (Barbara Chichiarelli) el único apoyo para emprender su negocio y fortalecer su organización criminal, su familia.

Y la tercera perspectiva la aporta Alberto "Daga" Anacleti (Giacomo Ferrara) hermano menor del jefe de la familia de gitanos, personaje que se encuentra envuelto en un secreto – maldición para su cultura, que debe casarse con la hija de la otra gran familia de gitanos de Roma para darle fuerza y poder a su cultura y preparando el posible y constante enfrentamiento por el manejo y sostenimiento de los negocios criminales de partes de la ciudad que cada uno controla.

Suburra La Serie explora la idiosincrasia de la familia mafiosa y sus nuevas generaciones cuyas historias están siempre rodeadas de violencia, muerte y traiciones, y hay que reconocer que la temática mafiosa mezclada con política y religión siempre resulta atractiva y en Italia son expertos en este tipo de ficciones.




miércoles, 7 de febrero de 2018

SING STREET o De La Promesa de La Juventud


“Cuando no conoces a alguien son más interesantes. Pueden ser lo que sea que quieras que sean. Pero cuando los conoces los limitas”. Connor

Imagen tomada de: 500 Days Of Film

Sing Street (2016) es una historia que se desenvuelve en Dublin de los años 80’s, una ciudad inmersa en una profunda crisis económica donde la falta de trabajo empieza a golpear de manera fuerte a las familias de clase media como a la que pertenece nuestro protagonista Connor (o Cosmo como será su nombre artístico y que es interpretado por Ferdia Walsh-Peelo en su primer papel cinematográfico). Perteneciente a una familia católica que empieza a sentir las adversidades de la falta de trabajo, que con tres hijos debe empezar a generar cambios en su estilo de vida para superar la crisis. Y por estos cambios Connor debe continuar con sus estudios en una nueva escuela, en un marco de formación más estricto y con una presencia constante del catolicismo reinante en la sociedad irlandesa.

En éste nuevo contexto Connor conoce las nuevas condiciones de su vida, un abusador de su  condición de ser el nuevo, un rector que no soporta que no se cumplan las inflexibles normas de la escuela, una familia que se fractura porque sus padres “sólo se casaron sólo para poder tener sexo” como define su hermano mayor Brendan (Jack Reynor) que se encarga de ser el apoyo, mentor, consejero y una especie de guía musical, todo en el horizonte de su adolescencia parece muy nublado sin embargo todo cambia con la aparición de Raphina (Lucy Boynton), una bella chica un año mayor que él, que usualmente se encuentra frente al colegio alimentando su  aspiración de ser modelo. De modo que para asombrarla dice tener un grupo musical, con el apremiante de que no sabe tocar ningún instrumento.

La historia no es una historia de amor, es una historia acerca de la música, de la manera en cómo se escribe la letra de las canciones, la inspiración y la realidad, pero sobre todo es una historia acerca de la promesa de la juventud. Los personajes de ésta película se caracterizan sobre todo porque no son niños, pero tampoco adultos, son la no definición que casi caracteriza a muchas de las actuales generaciones, son personas que se enfrentan a un mundo con problemas reales, como el divorcio pero que no dejan de ver el mundo con ojos de niño, llenos de sueños y aspiraciones. Todo esto se circunscribe a la lucha de un adolecente por determinarse, de lograr un lugar en el mundo y hacer del mundo un lugar acorde con sus sueños pero que al mismo tiempo todo se le opone, la familia y sus expectativas, la escuela y sus normas, la sociedad y sus limitaciones.


John Carney de nuevo muestra su amor a la música, pues sus dos películas previas también tiene a la música como centro de las historias, Once de 2006 (ganadora del Oscar a mejor canción original) y Begin Again 2013 (Protagonizada por Mark Ruffalo y  Keira Knightley), sin embargo Sing Street es la película que tiene mejor estructura narrativa y cuya la historia va llevando al espectador por una realidad que se hace conocida por la banda sonora que se alimenta de los clásicos de la cultura pop, de modo que de la mano de Duran Duran, The Cure, Motorhead, Tha Clash, entre otros, intenta llegar con una historia muy local, y casi autobiográfica, al público en general.

BIG LITTLE LIES Y LA NARRACIÓN ABSORBENTE

Big Little Lies es una miniserie cuya historia se desarrolla a partir de la investigación de un crimen del cual se desvelan los hechos en...