lunes, 21 de noviembre de 2016

PSI, Las Historias de un Hombre Intervencionista

Imagen tomada de: http://www.deseries.com.ar/
Psi es una serie que narra las historias en las que se ve involucrado el psiquiatra, psicoanalista Carlo Antonini (Emilio de Mello), casos que no sólo llegan a su consulta, sino que llegan a su vida de diferentes maneras, porque es la vecina de su edificio, una extraña en una esquina o por la llamada inoportuna de un amigo, pero siempre motivado por su particular gusto por aventuras, y por su interés por las personas, lo que lo puede definir como un hombre siempre intervencionista. Es por ello que las historias trascienden el concepto de consulta y se insertan en la idea de terapia que, con métodos poco convencionales, acercan a Carlo a diferentes casos clínicos que se inspiran en las obras literarias del psiquiatra Contardo Calligaris.

Imagen tomada de: http://tudoparahomens.com.br/
en ella Contardo Calligaris (frente) y Emilio de Mello (fondo) en el set de la serie Psi.
El protagonista se mueve en un mundo familiar que se compone por su exesposa, de la que se encuentra recién separado, la abogada Flavia (Aida Leiner), y los hijos de ésta; Henrique (Igor Armucho), de 17 años, y Marina (Bianca Vedovato), de 12 años a los cuales Carlo se encuentra muy apegado sentimentalmente.

Su círculo familiar los complementa Mark (Victor Mendes), el único hijo biológico de Carlo, que nació en Francia y vive en Nueva York y su amiga, confidente y colega de profesión, Valentina (Claudia Ohana), mujer a la cual Carlo expone sus inquietudes, con las que discute los casos y con la cual construye gran parte de las posibles conclusiones de los mismos.

 La relación entre Valentina y Carlo tendrá dedicado un capítulo particular por la manera poco convencional en que su relación ha evolucionado, de modo que en un inicio Carlo se convirtió en una especie de tutor para ella, pero en la actualidad de la serie las experiencias que ella tuvo trabajando con Médicos Sin Fronteras en una larga temporada en África, han generado un respeto diferente en el que el maestro ahora busca respuestas en una colega muy respetada y que considera siempre como una guía.

Otros personajes permean la vida cotidiana del protagonista son Severino (Raul Barreto), el enterrador del Cementerio de la Consolación, lugar al que converge Carlo con relativa frecuencia y Roberto (Otavio Martins), investigador de la Policía Civil y amigo de la infancia.

Imagen tomada de: http://www.cineenlinea.net/

La serie se encuentra compuesta por capítulos de una hora de duración y autoconcluyentes, pero que guardan como fondo la vida de Carlo y las relaciones con su círculo familiar y social más íntimo, personas con los que comparte gran parte de las reflexiones acerca cuestiones existenciales y morales que derivan de sus casos. Las situaciones a las cuales se ven enfrentado el protagonista ponen de manifiesto la dualidad de la sociedad brasileña, pues las argumentaciones a veces han manifiesto valores progresistas y en otras ocasiones valores muy conservadores, del mismo modo alimenta fantasías sexuales peculiares pero también expresa ideales de vida familiar muy tradicional, pero al final en cada caso se impone la perspectiva de un profesional para quien las patologías más extrañas son tan naturales como la cotidianidad que le rodea.

Psi es una serie para disfrutar, no sólo por su calidad visual sino por su excelente construcción narrativa. Aunque se puede pensar que es otra serie acerca del psiquiatra y sus pacientes, en ésta encontraremos una dinámica cuyo ritmo se encuentra determinando por el entorno, por la reflexión social y como gran parte de éstos elementos influyen en cada hombre y mujer de una sociedad determinada, es una serie que se basa en la observación en la capacidad analítica del protagonista y en la personalidad que éste impone para cambiar las circunstancias de la vida de quienes él adopta como su paciente.

Ésta serie es otra muestra de la muy buena relación que se establece entre la literatura brasileña y sus producciones televisivas.




martes, 1 de noviembre de 2016

NINFOMANÍA, Narrativa Crítica De La Sociedad Que Supera la Pornografía

Ninfomanía es la historia del auto reconocimiento de la naturaleza de Joe (Charlotte Gainsbourg), donde se narra el trasegar de una mujer en el mundo hostil en que ha tenido que existir. La forma narrativa es sólo una excusa para que el director danés Lars Von Trier continúe con la exploración de formas audiovisuales, donde utiliza los tabúes y censuras para realizar una crítica en contra de una sociedad que el cineasta presenta como hipócrita en lo que respecta a los temas de la sexualidad. 
Imagen tomada de: http://image.tmdb.org/
Ninfomanía fue dividida en dos volúmenes lo que revela un elemento temático, de modo que establece dos ritmos diferentes, uno más ligero que el otro. El primero, es el relato de la adicción al sexo de Joe y, de paso, el de su propia vida. Desde el principio, Joe va a subrayar que ella es una mala persona, mientras Seligman (John Skarsgard) va a tratar de matizar las afirmaciones de la narradora y cuya conciliación necesaria entre las dos posiciones no será fácil tarea para el espectador, sino que se acercará más a la interpretación pesimista que le director parece hacer manifiesta.

Éste primer volumen relata los inicios de la vida sexual de Joe (interpretada entonces por Stacy Martin), aquí la narrativa adquiere un tono más cómico que el resto, pero siempre con la intención de presentar los recuerdos en un tono de cómica farsa. Las narrativas de los años juveniles, se llenan con las descripciones de su primer encuentro con Jerome (Shia LaBeouf), el primer trabajo y los recuerdos de su infancia, familia y amigos, travesías en que el sexo se va imponiendo como una necesidad para la protagonista. Pocos tonos amargos opacan esta primera parte, pero se reconoce que éstos son parte integral de la vida de modo que hacen presencia en la remembranza de la muerte del padre de Joe (Christian Slater), o en la irrupción al apartamento de la protagonista por parte de H (Uma Thurman), quien persigue a su marido, enamorado de la ninfómana, hasta llegar al momento en que los sentimientos dejan de existir en la vida de Joe.

Imagen tomada de: http://nación.com
En contraste, el segundo volumen es más amargo, donde hace presencia el reconocimiento de la decadencia que viene con la madurez y la vejez. La insatisfacción llega a la vida de Joe y lo convencional y monótono se hace insoportable, de modo que empieza la búsqueda y exploración por las diversas maneras de despertar los sentimientos olvidados, por lo que paga por los servicios de K (Jaime Bell) para que la someta a prácticas sádicas. Con el tiempo, Joe se va marginando. Rechaza la obligación de asistir a grupos de apoyo para adictos y, finalmente, acepta el trabajo que le sugiere L (Willem Dafoe) como cobradora de chantajes para éste, así el segundo volumen se constituye como una farsa triste y llena de pesimismo.

Aunque los volúmenes comparten elementos, como el contrapunto que ocurre en el diálogo entre Seligman y Joe, donde ella narra mientras Seligman comenta sus aventuras comparándolas con la pesca, la polifonía musical y la historia del cristianismo. Las comparaciones hacen de sus digresiones espacios para convertir la experiencia de un personaje en las evidencias de otros conocimientos, lo que evoca cierto sentido de provocación con la reiteración de imágenes de las narraciones subvirtiendo el uso de la voz en off.

Imagen tomada de: http://www.screen.com.mx

Ninfomanía es una narración en la que se intenta alejar de lado cualquier moralismo facilista, insertando un humor cruel e incluso macabro, de modo que pretende develar el lugar que ocupa el sexo en la sociedad y en cómo la sociedad reacciona a éste. La sexualidad que muestra Von Trier no procura excitar, sino que es parte constitutiva de los personajes que vemos, de manera que el sexo que aparece es puramente necesario, no se encuentra forzado, ni se debe justificar, puesto que Joe se vuelve adicta y no lo puede dejar y el espectador no debe buscar pasión en él.


Las escenas de sexo que pasan una tras otra no son sino la descripción que hace de ellas un entomólogo, y no un pornógrafo. Al director le interesa mostrar cómo el sexo puede volverse un motor de poder, o una razón para marginar a quien es diferente. Von Trier a través de los comportamientos sexuales que aparecen en la película, busca enfrentar a la sociedad con su propia imagen, que aparece como un conjunto cerrado que no ha sido capaz de comprender la naturaleza de los individuos que viven en ella. 


BIG LITTLE LIES Y LA NARRACIÓN ABSORBENTE

Big Little Lies es una miniserie cuya historia se desarrolla a partir de la investigación de un crimen del cual se desvelan los hechos en...