La sombra de la saga El Señor de
los Anillos iba a ser desde el principio, un lastre extraordinariamente pesado
para la narración cinematográfica de la aventura de Bilbo Bolsón en El Hobbit.
El primer, y más grande, error fue el intento por darle un carácter diferente a
la historia de El Hobbit, puesto que para Tolkien ésta tiene un carácter
narrativo de aventuras mucho más infantil, mientras que la trilogía de El Señor
de los Anillos es la manifestación más
épica, adulta y oscura del universo de Tolkien
El empeño del director
neozelandés por trabajar en el mismo sentido de la trilogía anterior, ha
acabado por generar una repetición, una réplica de los arquetipos y un
desarrollo narrativo calcado, que ha acabado por degenerar en el espectador una
sensación de déjà vu, en una Tierra Media demasiado familiar, trillada y que
termina por decepcionar, porque ha involucionado hacia un mero desempeño
artesanal, muy mecánico, muy de fórmula.
El Hobbit enfrentó desde el inicio
muchos problemas, en particular el retiro de Guillermo del Toro de la
producción y la retoma de Peter Jackson para no perder el impulso, marcó una
tendencia hacia una trilogía mucho más mediatizada que su predecesora. Es así
que se reconoce los cambios, los nuevos e innecesarios personajes y la gran
cantidad de rellenos con guiones torpemente desarrollados y que no lograban establecer
una verdadera relación con los personajes, ni siquiera una gran identificación
con el gran héroe de la aventura Bilbo Bolsón.
Ahora con el cierre de El Hobbit,
éste tercer episodio arranca con el desenlace y el clímax del segundo, con ello
sólo se entrega la certeza de que La desolación de Smaug no tenía final y La Batalla
de los Cinco Ejércitos arranca con uno, tan espectacular como
descontextualizado y descolocado. La Batalla de los Cinco Ejércitos deslumbra por
la exhibición de músculo, por la calidad de la devastación de Ciudad del Lago,
la carga de los enanos frente a Erebor, el mano a mano Thorin - Azog sobre el
hielo, pero del mismo modo hace presencia las subtramas de relleno, con guiños
descontextualizados y fuera de lugar de la saga original e intentando hacer
aparecer de forma forzada el romanticismo alrededor de Tauriel - Kili.
Realmente una película para terminar
de ver lo que ya habías comenzado, pero no deja nada en su examen general.